miércoles, 4 de abril de 2007

Para todos

Mi padre gritaba “Defiéndete! Es hora de que aprendas a ser un verdadero guerrero, después comerás y beberás agua!”

No se quien quedó mas asustado, si yo, o el niño que me golpeaba antes de que mi padre apareciera a la vuelta de la esquina, el niño me dijo en el descanso que debía dejar de hablar a otro niño amigo mío, cuando le dije que no iba a seguirle su juego me respondió… “cuídate a la salida…”

Algunas tardes, cuando mi padre llegaba ebrio, en lugar del clásico “Amor ya llegué” el gritaba “Donde estas maldito gusano, es hora del entrenamiento!!”, entonces yo corría al patio y me quitaba la camisa y esperaba al entrenador, cuando el llegaba se sacaba el cinturón y me decia, “no tengas miedo que este cinturón simboliza los golpes de la vida y del destino, que se estrellaran con odio sobre tu espalda y harán de ti un ser superior. Y o quiero ver lagrimas en la cara mariquita!!”
17 años me bastaron para ser un ser superior, el que ahora soy. Quien de ustedes intentará callarme, quien intentará silenciar mi ira? , vengan, les reto…

La sombra de las personas que podían ser alcanzadas por los perdigones al encender la mecha para que todo volara en pedazos me tenían limitado al respaldo de mi silla, mucho tiempo bajo las sombras pueden causar ceguera y un estado antisocial. Con esa agorafobia me levanto de entre los mudos y ciegos aborregados, no habrá nadie que logre salir bien librado de los cortes de mi sable (léase “mi teclado”). Lo prometo.

"Los enemigos de mis enemigos son mis amigos."
Paul Kellerman.